Junta de Personal (25 de marzo)

Resumen de la reunión mantenida el 25 de marzo entre la Junta de Personal, la Dirección del Adolfo Posada y la D.G. de Función Pública. En ella se trataron los siguientes temas:
Excesiva dureza en algunos procesos de promoción Interna.
Elección de colaboradores y responsables de aula en los exámenes.
Problemas en las pruebas de Auxiliares Administrativos.
Problemas con los permisos al personal cuidador.
Utilización de psicotécnicos en las oposiciones del Grupo E.
Ejecución de las Ofertas de Empleo Público.
Conclusión.

Promoción Interna. Se plantea por parte de la Junta de Personal la excesiva dureza de algunas de estas pruebas, que da lugar a que en algunos casos queden sin cubrir la mayoría o incluso todas las plazas ofertadas (casos, por ej., del Cuerpo Superior de Administradores, Gestión, etc.); se plantean algunas soluciones, como podría ser una mayor utilización de las pruebas tipo test, o que los temarios (actualmente demasiado amplios) se circunscriban más a las funciones de los puestos objeto de la convocatoria. La Directora del Adolfo Posada manifiesta sus reservas respecto a los tests, y promete estudiar un nuevo enfoque de los temarios.

Colaboradores y responsables de aula en los exámenes. Ante la falta de transparencia que la Junta denuncia respecto a la designación de este personal, la Directora alude a los problemas habidos en varias pruebas recientes, por lo que defiende un endurecimiento en la elección sobre todo de los responsables de aula, con la superación de cursos de teleformación que incluirían prueba de aprovechamiento. Desde la Junta de Personal, aunque se valora positivamente una formación para este personal, se rechaza la prueba de aprovechamiento, puesto que supone un filtro innecesario y que viene a ahondar en una forma de elección cada vez más dirigida desde el Instituto, lo que provocó una reacción absolutamente fuera de tono de la Directora, que hizo mención a supuestos problemas de cabeza del delegado que hablaba en ese momento.

Problemas en las pruebas de Auxiliares Administrativos. Como ya sabréis sobradamente, en estas pruebas se dio un problema con los cuestionarios que supuso que alguno de ellos no tuvieran sus páginas debidamente ordenadas; ello dio lugar a multitud de situaciones según la Facultad o el Aula, que hizo que no todos los opositores comenzaran la prueba a la misma hora, y que se adoptaran distintas soluciones o incluso que no se adoptara ninguna. Esto provocó, sencilla y llanamente, que el principio de igualdad de oportunidades que debe regir cualquier prueba de este tipo quedara irremediablemente quebrado. Desde la Dirección del Instituto se manifiesta apoyar cualquier decisión que adopte el Tribunal, el cual está estudiando todos los recursos presentados, tras lo cual decidirá. Os informamos que este tema se tratará en el próximo Pleno de la Junta de Personal, en el que acordaremos las acciones que consideremos oportunas encaminadas a salvaguardar el principio de igualdad de todos los opositores.

Permisos al personal cuidador. Constatados los problemas que en algunos ámbitos (E.R.A., Educación...) tiene este personal para que se le conceda el permiso en su centro de trabajo para acudir a la reunión previa a las pruebas en la que se comunica las instrucciones por parte del Tribunal, se barajan distintas soluciones que desde los dos órganos presentes (Adolfo Posada y Función Pública) se trasladarían a todas las Consejerías: realizar varias reuniones con este personal por la mañana y por la tarde, hacer la reunión una hora antes de la prueba, etc.

Utilización de psicotécnicos en las oposiciones del Grupo E. Desde la Junta de Personal se rechaza la utilización de estas pruebas, cuyo único fin es eliminar la mayor parte de los opositores presentados, puesto que sólo consiguen que la mayoría de estos no puedan demostrar su dominio de la materia directamente relacionada con los puestos a los que se opta. Desde el Adolfo Posada y Función Pública reconocen que efectivamente ese era su objetivo, por las dificultades de manejar un número excesivamente grande de opositores. Desde la Junta de Personal se esgrimen varias soluciones al respecto que, incomprensiblemente, no son aceptadas por la Administración: realización de todas las pruebas en una única sesión, o elección de los opositores que, por orden de puntuación, entren en el número de plazas objeto de la oposición. El que hubiera que modificar el Reglamento de Selección de Ingreso para la primera de las propuestas no parece, ciertamente, un obstáculo insalvable.

Ejecución de las Ofertas de Empleo Público. Desde la Junta de Personal se reclama una ejecución ágil, programada y eficaz, que suponga que desde el principio del año los opositores conozcan el ritmo de realización de las pruebas; desde el Adolfo Posada se manifiesta que si no se realiza así no es por falta de personal en el Instituto, sino que la Oferta de 2006 (programada para ejecutarla en el primer trimestre del año 2007) se complicó por el parón inherente a las elecciones políticas del pasado año, pero que enseguida (en un plazo de mes y medio) sacarán la mayoría de pruebas pendientes. Les manifestamos que para compensar el caos de esa Oferta está la de 2008, con 0 plazas ofertadas, aunque responden con la complicación de las plazas correspondientes al Sespa o la novedad de la gestión de los procesos de la Consejería de Educación, algo que evidentemente no tiene que ver con la barbaridad de no ofertar prácticamente ninguna plaza para el sector de Administración y Servicios. Sin profundizar demasiado en el tema, desde la Dirección del Instituto se manifiesta su interés en poder llevar a cabo en próximas ocasiones esa planificación de futuras Ofertas.


CONCLUSIÓN. Las conclusiones que se pueden sacar de la entrevista son que desde el Instituto se admiten pequeñas sugerencias en cuanto a cuestiones que no supongan grandes cambios sobre la actual gestión del empleo público (mirar el enfoque de algunos temarios, permisos al personal cuidador, colgar información de las pruebas en la página web del Instituto...), pero se cierran en banda con otras reivindicaciones de más fuste o calado: cambiar el tipo de algunas pruebas, apertura y claridad en la elección del personal colaborador, planificación y ejecución más rigurosa de las ofertas de empleo, cambio en la organización de las pruebas, etc., etc. Desde la Corriente entendemos que un organismo que toca un tema tan sensible como es el empleo público debería admitir más sugerencias y no tener miedo de abordar cualquier cambio que suponga más rigor y más transparencia.

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