Exigimos cese del S.Gral Técnico de Educación

Hace tiempo que la gestión de los responsables de la Consejería de Educación brilla por su incompetencia y la actitud represora y prepotente. Sin extendernos demasiado, puesto que algunos de los problemas ya han sido objeto de reiteradas informaciones, recordaremos brevemente los siguientes:

Inundaciones del edificio sede de la Consejería (plaza de España, 5, en Oviedo). Hace aproximadamente 10 años que las plantas baja y sótano se inundan periódicamente con aguas fecales coincidiendo con lluvias de cierta entidad. Puestos al habla con fuentes municipales, este sindicato constató que en el Ayuntamiento no consta ninguna comunicación oficial al respecto por parte de la Consejería.

Abandono del edificio. El mismo edificio presenta una situación de abandono que dio lugar incluso a la aparición de ratas. Ese abandono se concretaba en un sótano (donde está ubicado el archivo y tienen su lugar de trabajo personal subalterno, de mantenimiento y limpieza) con un aspecto deplorable por la acumulación de enseres, restos de las inundaciones, paredes mohosas, etc. Igualmente, en todo el edificio se observaban agujeros en las paredes y techos para el paso del cableado, por los cuales los roedores se desplazaban entre plantas.

Mala gestión de la problemática del personal. En el colmo del absurdo, el equipo de personal utiliza al personal de seguridad para controlar el cumplimiento del horario; ellos dicen que sólo pretenden controlar el acceso al edificio, pero la realidad es que se vigila a determinado personal (insistimos, sólo a determinado personal) en el momento del fichaje. Evidentemente, es el único caso conocido no sólo en el Principado, sino en cualquier otra Administración, de utilización del personal de seguridad para estos fines.

El Comité de Empresa del personal laboral está auténticamente desesperado por la acumulación de un sinfín de problemas en los centros educativos que se arrastran en el tiempo sin resolverse. Algunos de estos problemas (son muchísimos más) serían la falta de listas para regular el ejercicio de funciones de superior categoría y la movilidad funcional; la claridad e igualdad en los horarios de todos los empleados públicos; la aclaración de las funciones del personal auxiliar educador y fisioterapeuta; aclaración sobre la responsabilidad en el control del alumnado; cumplimiento de la normativa de riesgos laborales; respeto del derecho de los representantes de los trabajadores de acceso a las dependencias, control de la duración y condiciones de las contratas externas en los centros; trabajos extraordinarios del personal coincidiendo con los periodos de exámenes de docentes; aclaración del futuro de los expertos docentes; aclaración a los equipos directos de los centros y unificación de criterios en materia de vacaciones y permisos; cumplimiento del derecho a la ropa de trabajo; falta de respuesta a los sucesivos escritos enviados desde el propio Comité, etc., etc.

ACTUACIONES SINDICALES (LES SOLUCIONAMOS LOS PROBLEMAS).

Ante la dejadez y la inoperancia de la Consejería, que no puede, no sabe o no quiere encauzar y resolver todos estos problemas, desde la Corriente y desde los órganos de representación se procedió a realizar distintas gestiones, en algún caso con resultados satisfactorios. Os los pasamos a explicar.

En el caso de la situación del edificio de la Consejería, desde la Corriente se dirigieron escritos al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, al Laboratorio de Salud Pública, se publicaron diversas noticias en la prensa, se llevó el tema a la Junta de Personal, y se acudió al Ayuntamiento.

Gestión municipal. La Corriente llevó el problema de las inundaciones del edificio al Grupo Municipal de ASCIZ, por entender que el origen de las mismas estaba en la red de aguas responsabilidad del Ayuntamiento. Roberto Sánchez Ramos, concejal de este grupo, realizó de forma inmediata diversas gestiones con los siguientes resultados. En primer lugar, constató que no existía en el Ayuntamiento ninguna petición oficial por escrito desde la Consejería instando las obras que se estimasen necesarias. En segundo lugar, se entrevistó con los servicios técnicos de obras del Ayuntamiento, a los que trasladó la petición de los estudios previos a las posibles obras. Como consecuencia de todo ello, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Oviedo APROBÓ REALIZAR OBRAS POR UN IMPORTE DE 58.000 €, para lo que aprobó una modificación del Plan de Inversiones de 2008 con objeto de proveer de fondos suficientes la actuación; las obras consistirán en la sustitución de 70 m. de la tubería existente (ya obsoleta y deteriorada) por otra de PVC, prolongación de las acometidas y reposición de los pavimentos. El plazo de ejecución será de un mes.

En cuanto a la Junta de Personal Funcionario, se cursaron sendas peticiones de entrevista con el Consejero de Educación y la Dirección General de Patrimonio, se publicaron diversas noticias en la prensa y se convocó una concentración de protesta ante el edificio el 22 de octubre. Igualmente, se pidió la intervención de la Inspección de Trabajo.

Inspección de Trabajo. Ante esta petición de la Junta de Personal, un Inspector de Trabajo cursó visita al edificio acompañado de los delegados de la Junta y de un representante del Servicio de Prevención de Riesgos. El deterioro del sótano fue motivo suficiente para que de forma inmediata ordenara que ningún empleado público desarrollara en él sus funciones, permitiendo únicamente que se accediera al mismo para realizar gestiones esporádicas y de rápida ejecución.

Ante este desarrollo de los hechos, en la Corriente nos preguntamos: ¿por qué no se realizaron en su momento las gestiones ante el Ayuntamiento para que se acometieran las obras necesarias, dejando pasar diez años desde la aparición del problema? ¿Por qué se permitió el deterioro del sótano, donde trabajan empleados públicos, llegándose a la situación de que Inspección de Trabajo les saque los colores? ¿Se va a seguir esperando que las organizaciones sindicales realicen gestiones y labores que son obligación de los responsables de la Consejería? ¿Es por esa dejadez y esa ineptitud por la que les premia con los famosos 5.000 €?

¿Y QUÉ HACE LA CONSEJERÍA?: ENROCARSE Y REPRIMIR.

En lugar de hacer su trabajo, o al menos intentarlo, estos son los rasgos y acciones que caracterizan al actual equipo de la Consejería:

Ineptitud. Creemos que este rasgo ya queda suficientemente aclarado con lo expuesto hasta ahora.

Política de puertas cerradas y falta de diálogo. Los órganos de representación solicitan reiteradamente reuniones que no se producen, se utiliza a los servicios de seguridad para controlar y filtrar las visitas a las dependencias de los delegados sindicales (algo que no sucede en ninguna otra Consejería del Principado), el rasgo definitorio del Servicio de Asuntos Generales es el malhumor y la falta de empatía … En este sentido se está consiguiendo que recordemos con agrado a la Secretaria Técnica de hace unos años; a pesar de las lógicas diferencias que se producían e incluso de los enfrentamientos de mayor o menor entidad, en la Corriente nunca tuvimos dificultad alguna en acceder a ella. Y la persona que ostentaba el Servicio de Asuntos Generales siempre echó el resto en la solución de los problemas implicándose en ellos y en sus aspectos humanos y personales, estando siempre dispuesta al diálogo.

Represión y actitud vengativa. La respuesta a la denuncia de las condiciones de trabajo en el sótano fue la apertura de un expediente disciplinario a una compañera que tiene en él su puesto de trabajo; la excusa no puede ser más pueril y cogida por los pelos, lo que demuestra que el fondo de la cuestión es una simple venganza. Por otro lado, la Consejería abre un peligroso camino al utilizar a los Servicios de Seguridad para controlar el trabajo de los empleados públicos y como apoyo para la apertura de expedientes disciplinarios. Y nos parece tan peligroso y de consecuencias tan difíciles de evaluar que esperamos que desde más altas instancias se corrijan estas actuaciones.

Pero también queremos, en este mismo sentido, resaltar la actuación del Servicio de Contratación y Responsabilidad Patrimonial que, con motivo de la visita de Inspección de Trabajo provocó una inesperada y violenta situación al obligar a los delegados de la Junta de Personal a identificarse con sus DNIs para acceder al edificio. En cualquier otra visita de estas características a cualquier centro de nuestra Administración, el representante de la Consejería que nos recibe y acompaña exhibe un acto de cortesía tan sencillo como eximirnos de una identificación tan absurda como innecesaria: ¿qué peligro para la seguridad del edificio representaban un Inspector de Trabajo, el Jefe del Servicio de Prevención de Riesgos y seis delegados de la Junta de Personal, de sobra conocidos todos ellos? ¿Por qué estaban dispuestos a impedir la entrada de aquellos delegados que se negaran a aquella humillación? La tensión que se vivió por una actitud tan ruin e inusual pudo degenerar en algo que, afortunadamente, no llegó a suceder, pero que hubiera sido responsabilidad únicamente de la Consejería.

CONCLUSIÓN: ASÍ NO SE PUEDE CONTINUAR.

Desde nuestro punto de vista, ineptitud + represión es una suma que sólo puede dar lugar a un resultado: cese inmediato. El equipo directivo de esta Secretaría General Técnica ha demostrado con creces que no está capacitado para asumir estas responsabilidades, y que de seguir en estos puestos no hará sino empeorar las cosas. Estamos seguros de que en la Administración del Principado existen otros muchos puestos en los que plasmar con eficiencia las aptitudes que sin duda poseen, pero desde luego no es aquí. El Consejero Sr. Riopedre debe tomar con mano firme una decisión que evidentemente no le resultará agradable; si no la toma, respaldando con ello esta desastrosa gestión, estará demostrando que él también debe dejar su actual responsabilidad.


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