NUESTROS DERECHOS CONVERTIDOS EN MUNICIÓN POLÍTICA

Xineru de 2016

A partir del mismo momento de la retirada por el Gobierno asturiano del proyecto de Presupuestos para 2016, asistimos con estupor a una serie de refriegas en los medios de comunicación en las que varios responsables de dicho Gobierno utilizaron sin rubor alguno a las empleadas y empleados públicos como munición política.

Así, en un primer momento la Consejera de Hacienda y Sector Público hablaba de la “incertidumbre” que se cernía sobre los compromisos adquiridos para con los empleados públicos, mientras que al día siguiente el Consejero de la Presidencia y Portavoz del Gobierno confirmaba unas supuestas dificultades para convocar la Oferta de Empleo Público prevista, aplicar el 1% de subida salarial y poder abonar la parte de la extra de diciembre de 2012 en la nómina de enero de 2016.


Puestos inmediatamente en contacto con representantes de la Consejería de Hacienda, se nos aseguró, como a continuación hizo en la prensa la propia Consejera, que sí se iban a cumplir esos compromisos. Se nos aplicará el 1%, se convocará la OEP y se nos abonará ese tercer cuarto de la extra, manteniendo el compromiso de estudiar la posibilidad de abonar en el mismo 2016 la otra cuarta parte restante.

Y ello es así porque existen mecanismos y herramientas excepcionales para cubrir aquellas necesidades o compromisos que no estén recogidos en la prórroga. Para ello hay la posibilidad de Créditos Extraordinarios y Suplementos de Crédito, mecanismos ambos que deben ser aprobados por la Junta General. Si a esto unimos que el Ministerio de Hacienda ha anunciado un incremento de 153,7 millones de euros en los ingresos procedentes del sistema de financiación autonómica respecto a este ejercicio, vemos que la situación de las arcas asturianas sí permite afrontar todos estos compromisos. Y eso lo sabían sobradamente los representantes del Gobierno asturiano cuando dejaron caer públicamente esas dudas sobre nuestros derechos.

Sí se nos transmitió que no existía la certeza de que tanto el 1% como la extra se nos pudieran abonar en el mismo mes de enero, pudiendo atrasarse quizá un mes ambas medidas. Nos reiteramos en los argumentos anteriores: existen fondos, existen caminos. Que no se siga jugando con nuestros derechos. Los queremos ya, puesto que en su momento sí se hizo gala de agilidad y rapidez a la hora de arrebatárnoslos.

Hay una duda más respecto al incremento salarial del 1%, puesto que cabe la posibilidad de que sea necesaria la aprobación de una ley para su aplicación, posibilidad que están estudiando en este momento los servicios jurídicos del Principado. En caso de que así hubiera de procederse, de nuevo exigimos esa agilidad para solventar ese escollo con la máxima rapidez.


Para acabar, no vamos a entrar, lógicamente, en la disputa sobre la postura de cada partido político en la negociación del borrador de Presupuestos; no es función de esta organización entrar en esa discusión. Pero sí queremos manifestar nuestra incredulidad por el hecho inaudito de que un Gobierno, un partido político, decidan sustraer al Parlamento autonómico el examen, enmienda, aprobación y control del Presupuesto del Principado, tal y como establece nuestro Estatuto de Autonomía. No establece que el Gobierno ni su Presidente estén en condiciones de decidir si presentan o no el Presupuesto, o si la Junta General ejerce o no su derecho a ese examen y aprobación en su caso. No tienen derecho, en plena rabieta, a hurtar a los representantes de la sociedad asturiana la posibilidad de ejercer el poder fiscalizador sobre las acciones del poder ejecutivo, el Gobierno. El Gobierno asturiano, con su Presidente a la cabeza, se están saltando a la torera la división de poderes que es –debería ser- la base de una sociedad democrática. Peligroso precedente.

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