Hasta para devolvernos cuatro días, ponen trabas!!!!


Como ya es sobradamente conocido, el pasado 20 de noviembre de 2015, la Consejera de Hacienda y Sector Público anunciaba la devolución de los días adicionales por antigüedad tanto de vacaciones como moscosos a partir de 2016, así como la promesa de habilitar la forma de devolución de los correspondientes a 2015. Han pasado casi tres meses hasta que por fin se nos presenta la propuesta sobre esos días que hayamos generado en el año pasado. Y el estupor por dicha propuesta no puede ocultar la indignación por una medida que casi suena a tomadura de pelo.

Así, los días que hayamos generado se dividirán entre tres años (2016, 2017 y 2018); el hecho en sí de diferir el disfrute de parte de esos días hasta dentro de más de dos años ya es de por sí rechazable. Pero la indignación de la que hablábamos antes sube al máximo cuando vemos la enrevesada forma de distribuir los días en esos tres años y cómo se retrasa todo lo posible su restitución.

En efecto, cuando de la división resulte un número de días que no sea múltiplo de tres (por ejemplo, cuatro o cinco días), los que sobrepasen el número de tres se empezarán a disfrutar “de atrás hacia delante”. Si se tienen cuatro días, se disfrutará uno tanto en 2016 como en 2017, y dos en 2018. Y si se tienen cinco, se disfrutará uno en 2016 y dos en 2017 y 2018.

Todos los derechos que se nos arrebataron, principalmente en 2012, lo fueron de un plumazo, de una vez. Pero cuando poco a poco vamos recuperándolos, el Gobierno asturiano se resiste como gato panza arriba y lo retrasa al máximo en el tiempo. Y queremos recuperarlo TODO y YA. Sin más tomaduras de pelo.

Hay un detalle, además, que hace incomprensible esta medida desde el punto de vista de la propia empresa y que acumulará los problemas en la organización de los centros y servicios en los próximos años. Y es que durante este tiempo seguiremos cumpliendo años y generando, por tanto, más días por esa antigüedad. Esos días se unirán en 2017 y 2018 a los que ahora se retrasan hasta entonces. ¿No dicta el sentido común un mayor equilibrio a lo largo de estos tres años?

En nuestra mano está el impedir que se nos desprecie y que se siga jugando con nuestros derechos. Se está poniendo en marcha otra batalla, la de recuperar la jornada de 35 horas. Y ese es un derecho que no vamos a permitir que se atrase tres años. Ni tres, ni dos ni uno: LO QUEREMOS YA.

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